CONVERSACIONES (ENTRE TIEMPOS MUERTOS) CON AGUSTIN PIRIS GRACIA
- ¿Desde cuándo
exactamente has empezado a escribir?
Desde siempre, desde
que aprendí a escribir, en mi más lejana infancia, creo. Recuerdo la primera
vez que aprendí el verbo AMAR. Era un pequeño y sencillo libro de lectura del
primer año de la educación elementar. Decía: “Mi mamá me ama”. Recuerdo haber sentido
muy profundo ese verbo. Desde ese momento empecé a ensayar la escritura en los
viejos cuadernos de caligrafía de entonces.
-Y, ¿desde cuándo te
consideras un escritor?
No sé si me considero
realmente un escritor. Una vez dije que yo era un artesano de las palabras. Me
encanta escudriñar el significado de ellas, aprender en toda su dimensión la
semántica y la prosodia, y, sobre todo, colocarlas en una frase que traduzca exactamente
mis pensamientos. Es así como me considero, un artesano de la literatura, de
las palabras. Mi oficio es expresar todo lo que siento y todo lo que me
impresiona usando las palabras adecuadamente. Es sólo eso.
- ¿El título de
nuestra entrevista es: “¿Conversaciones entre tiempos muertos”, por qué?
Porque todo el tiempo
que vivimos, el tiempo de esta ilusión que se llama vida ocurre entre varios
intervalos de tiempos. Hay tiempos activos e inactivos, hay tiempos luminosos y
oscuros, hay tiempos vividos y muertos. Tiempo muerto es aquel en el que la
inspiración se encuentra árida, muerta, sin vida. Toda nuestra vida debe pasar
inexorablemente por todo tipo de tiempos. La concatenación de ellos forma el
engranaje de la vida.
- ¿Y qué haces cuando
estás viviendo esos tiempos muertos?
Nada. Simplemente no
existo. Estoy muerto. Es un período de vacío, de no inspiración, de no sentir,
de no vivir. Es un tiempo en que la Nada ocupa todo el vacío de la existencia.
- ¿Cómo te viene la
inspiración para escribir?
Bien, yo escribo
poesías y narrativas. Con la poesía el proceso es más rápido e intenso. Es algo
que me conmueve por dentro, y empiezo a escribir casi instantáneamente. Es como
un proceso visceral, inmediato. Con la narrativa, elaboro mis pensamientos primero,
me lleva un buen tiempo, y después empiezo a escribir. Primero, lentamente,
después la propria historia que quiero narrar va tomando forma, va cobrando
vida y ahí nace un texto.
- ¿Tienes alguna
fuente de inspiración que te ayuda al escribir un texto?
Sí. Tengo una fuente
de inspiración, mejor dicho, una musa. Su influencia sobre mi literatura es
poderosísima. Es la escritora brasileña Clarice Lispector. Fue ella que,
misteriosamente, dio un impulso a mi afán de ser un escritor, un autor, o como
digo, un artesano de las palabras. Al descubrir su obra, fue como el
descubrimiento de un mundo nuevo en la literatura. Toda su escritura hace
sentido para mí. Y ella no es fácil, no es maleable. Ella es compleja, así como
es la vida misma.
Al leer algunas de
sus frases o escritos, la inspiración inunda mi cuerpo y mi alma. Después, todo
es fácil.
- ¿Has notado algún
cambio con tu escritura con el pasar de los años?
Ciertamente. La
elaboración de mis ideas y cómo las plasmo al papel han cambiado mucho con el
pasar del tiempo. La madurez es una bendición púes trae consigo no sólo
experiencia de vida sino también un profundo sentido de hacer las cosas bien y
tratar de explicarlas bien. El tiempo me ha dado la oportunidad de leer muchos
libros y textos variados, textos de filosofía, por ejemplo. Lectura de poesía,
de obras de teatro. Y la música siempre ha sido, junto con la Lispector, una
verdadera inspiración.
-Entonces, dices que
la madurez es una bendición, ¿Cómo es para ti el paso del tiempo? ¿Tienes miedo
a la vejez? ¿Y que me dices de la muerte?
Bien, la madurez ha
venido a mi de forma silenciosa e imperceptible. Yo no veo el pasar de los años
con aprensión ni con temor. Lo veo de forma tranquila. No me he dado cuenta –
de verdad – del paso del tiempo. El tiempo está aquí, conmigo, pero no me
pertenece ni yo a él. Si me obliga a acompañarlo, pues bien, me iré con él,
pero con mucha calma, con mucha serenidad. Y respecto a la muerte, bien,
sinceramente, no la temo. Alguien dijo que la muerte era como una compañera,
una aliada que no se conoce y no se teme, y espero que ella llegue a mí, como
una amiga.
- ¿Cuál es tu secreto
para vivir una vida plena? ¿Te consideras un ser humano feliz?
Pregunta interesante.
No tengo ningún secreto para llevar una vida plena. O se vive o se vegeta. Yo
elijo vivir plenamente y es como si estuviera dentro de un automóvil. El motor
que me impulsa a vivir es mi espiritualidad. Y a veces soy feliz, a veces soy
sereno y a veces me invade la tristeza. Como escribí una vez en un poema
llamado CONTRADICCIÓN, soy un ser humano, y ¿cómo entonces no ser
contradictorio?
- ¿Has dicho antes
que la música también te inspira? ¿Qué tipo de música?
Música erudita es la
que más me inspira. Siempre me ha gustado. He sido un melómano desde pequeño y
un músico -tal vez – frustrado. En la música encuentro la serenidad y la calma,
que es dónde la inspiración reina.
Voy desde el barroco
hasta el clásico, del romántico al impresionista. Sueno con Satie y con
Debussy, Amo Tchaikovsky, Brahms, Bach y Hendel. Y no me olvido de la música
lírica. La ópera es mi gran pasión. La italiana y la alemana, especialmente la
ópera wagneriana.
-¿Aparte de Clarice
Lispector, algún otro autor favorito?
Muchos. Me
gusta James Joyce, Machado de Assís, Herman Hesse, Dostoievsky, Tolstoi. No podría vivir sin los poemas de Lorca, o de Drummond de
Andrade, o de Fernando Pessoa. En fin, hay algunos que me inspiran. Entre los
clásicos, Cervantes y Shakespeare, sin niuguna duda.
-¿Qué piensas del
poco interés de los jóvenes por la lectura hoy día?
Creo que en cada
época hay una especia de queja social sobre cómo los jóvenes actúan. Sin dudas,
la tecnología favorece mucho este aspecto – del poco interés por la lectura-
pero, hay excepciones. Hay muchos jóvenes que todavian leen poesías, que leen
romances, ensayos filosóficos, etc. Pero la falta de incentivo de la literatura
en la educación pública sí creo que es un verdadero problema de nuestro tiempo.
Eso es preocupante.
-¿Cómo quieres ser
recordado por la posteridad?
Oh, eso es demasiado
para mí. Me contentaría que mis escritos ayudaran a los demás a pensar, meditar
y soñar. Que mis palabras puedan servir para alguna idea o algún consuelo. Creo
que eso!
-¿Algún consejo
práctico que quieras ofrecer a tus lectores?
Que traten de vivir
la vida de acuerdo al estado en que se encuentran, tratando de expandir sus
conciencias. Vivir la vida sin arrepentimientos, y sin miedos.