En Londres, Eddy y Tony habían llegado de Río de Janeiro la mañana
anterior. Tony estaba algo cansado y se dedicó a descansar todo el día. Sólo
salió de la casa por la noche para ir a cenar con sus padres y con Eddy en casa
de la abuela Alexandra en St Johns Wood.
La cena había sido una reunión informal de familia lleno de anécdotas del
viaje a Brasil contado por Tony y Eddy. La abuela Alexandra gozaba de buena
salud y estaba muy entusiasmada con los relatos. La madre de Tony, Susan Craig respiraba aliviada y daba
gracias al cielo y a Eddy porque su hijo había regresado totalmente renovado y
parecía sorprendentemente feliz y sereno. El padre y la hermana de Tony,
gratamente sorprendidos también por el entusiasmo contagiante del joven. Tony
contaba a los presentes los maravillosos lugares que había conocido y como la
compañía de Guilhermina, la mejor amiga de Eddy, había sido placentera.
Por un momento, Eddy pensó que Tony no tocaría el nombre de Mina, por
motivos obvios, pero se sorprendió cuando su primo no dejaba de hablar de ella.
En todos los relatos, Mina estaba presente. Para todos los presentes, no cabían
dudas que la chica brasileña había conseguido una proeza increíble: desviar la
atención de Tony sobre Sarah….Y eso ya era un logro fenomenal!!
Todos coincidieron que Mina debía ser una chica especial.
-..y lo es Mamá – continuaba Tony -…Mina es fantástica, ella es una chica
especial con un humor formidable, una compañía agradable y me ha mostrado
lugares que no todos los turistas conocen…A parte de haber sido una anfitriona inigualable….
(EXTRAÍDO DEL ROMANCE: EL SUEÑO DE PERSEO, CAPITULO XII "PERSEO")
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