EXPOSICIÓN INTERNAUTICA
Ya había
escrito una vez que nuestro siglo XXI es un tiempo amenazado por el terrorismo
fundamentalista. Los brotes de terror provocados por el grupo terrorista Estado
Islámico, también conocido como ISIS, que no sólo asesina pueblos enteros,
inocentes, cristianos y hasta otros grupos musulmanes, pero también destruyen
patrimonios de la humanidad en las regiones de Irak y Siria. Pero, también
nuestro siglo será conocido como el tiempo en que la exposición en el internet,
de imágenes y opiniones, es muy alta.
Ciertamente
la popularidad del internet promueve una grande interacción entre las personas.
Es muy fácil estar conectado, saber todo lo que ocurre alrededor, y dar
nuestras opiniones, especialmente cuando ellas son tan contundentes y firmes.
Esto es muy bueno, pero infelizmente, el internet (a través de las redes
sociales), se transformó en un arma para la intolerancia, la mala educación,
las ofensas gratuitas de todo tenor contra personas que no concuerdan o no
comparten nuestras creencias u opiniones.
La semana
pasada escuché a un periodista diciendo que “la internet muestra el peor lado
del ser humano”, y en cierta forma tiene toda la razón.;
En una
verdadera democracia, se crea un espacio en que las opiniones contrarias deben
ser respetadas. Es natural que la indignación por la injusticia, por la
podredumbre de los políticos, de las instituciones, promuevan un fuerte debate
y críticas por internet, pero eso no debe ser el lugar para ofender y atacar a
los demás y esconderse bajo un seudónimo para promover una verdadera caza a
brujas que se extienda a todos los asuntos cotidianos.
Pero, tal
vez lo más lamentable de las redes sociales sea un lugar en que la intolerancia
gana espacio provocando ataques racistas, homofóbicos, religiosos y de otra
índole, que rebajan nuestra condición de ciudadanos a un nivel terrible de
falta de caridad, solidaridad, bondad y comprensión con nuestros iguales.
Ya he
hablado del peor aspecto de nuestro siglo, ahora me toca hablar del mejor. El
siglo XXI también llegó para confirmar, de una vez por todas, que el racismo,
la intolerancia y la falta de compasión, no serán más tolerados por la mayoría
de las personas, en cualquier lugar del mundo. Los mal-educados e intolerantes
de turno que se cuiden, porque también en internet hay espacios para denunciar
estos tipos de crímenes tan nefastos a la convivencia social. Muchos estarán
contra lo “políticamente correcto”, pero en muchos casos, estas situaciones
ponen freno a grupos de fundamentalistas que usan internet como escudo cobarde
para atacar y ofender el honor y la dignidad del ser humano. Para ellos, la
hora está llegando y el internet puede ser usado en ese campo, como una forma
de rechazarlos y combatirlos.
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