BREXIT: ¿ACIERTO O DESASTRE?
El viernes
último nos despertamos con una noticia sorprendente: El Reino Unido decidió, en
plebiscito, separarse de la UE (Unión Europea).
Cómo era de
esperarse, la incertidumbre del nuevo estado de cosas provocó una violenta
reacción en cadena del mercado financiero internacional, a quien las dudas y
las incertezas no agradan.
La devaluación
de la Libra Esterlina y el desplome de las bolsas de valores alrededor del
mundo puso en jaque a la Comunidad mundial. Ni siquiera los seguidores del
BREXIT o partidarios del LEAVE (dejar) la UE, se lo creían. La pregunta siguiente
es:¿y ahora?, ¿es el Brexit un acierto o un desastre?
Más allá de
cualquiera de las innumerables razones expuestas por los medios de comunicación,
entre ellos, la xenofobia, el orden económico, los conflictos con Bruselas, la
burocracia europea, etc., habríamos que analizar cuidadosamente la
quintaesencia del inglés medio: sus características más latentes, su historia y
su cultura.
Lytton Strachey,
en su brillante biografía de la Reina Victoria había dicho que “los hijos de
Inglaterra tienen una cualidad ciertamente exasperante: ellos nunca saben cuándo
están vencidos”. Y nunca se sienten vencidos. Su pragmatismo en todos los
órdenes también es resultado de su profunda aversión por filosofías o visiones de mundo sistemáticas. No les
agradan las utopías y los ideales abstractos de ninguna clase, no se dejan
engañar por planes grandiosos. Esta es la nación que dio la espalda al
republicanismo, al fascismo o al comunismo que en general avanzaron por medio
de revoluciones o traumas bélicos. El país, en fin es conocido por cultivar un
pragmatismo duro y desconfiar de ideas fantasiosas.
Así
hicieron uso de su hegemonía política económica y de su liberalismo comercial.
Gran Bretaña siempre se ha jactado de ser “diferente”, de ser “una isla
separada del continente”. Siempre prefirieron la practicidad y el aislamiento
cuando por razones de estado, deciden seguir su propio rumbo.
Los
desafíos del mundo globalizado de nuestro siglo son poderosos, como lo es la
unión de países en pro de una meta común. Europa ha transitado duramente llena
de dificultades por el camino de una frontera común, de estrechar lazos comunes,
de luchar contra los elementos históricos del pasado que la sumergieron en luchas
fratricidas.
El hecho de
que un país miembro de peso decide separarse del bloque europeo, sin duda es un
duro golpe para la UE, y ésta necesitará revitalizarse de dentro para fuera, pues esta separación así lo exige.
Para
Europa es un golpe, así como para los británicos que deberán llevar la nave de
su nación – como antaño – por mares ignotos y peligrosos. En el pasado han
salido victoriosos y formaron un poderoso imperio; ahora, sólo el futuro dirá.