CALENDARIO
Después de
algunas horas de trabajo, levanté la vista y vi el calendario 2016 al que todos
los días lo marco con una X cada vez que amanece. Pues bien, después de
observar detenidamente las innumerables
X marcadas, me di cuenta que la mitad de él ya estaba marcado: medio año había pasado casi sin sentirlo!.
Sentí una punzada de sentimientos desencontrados, mezclados de desánimo y de
pavor. Cuántos planes hechos para el 2016 y la mitad aún por cumplirla!. De
todos modos, desvié la mirada y continué
en mi labor de expresar – en palabras – mis pensamientos más recónditos.
Al futuro dejo la dudosa posibilidad (o probabilidad) de poder llegar a fin de
año con metas cumplidas. De todos modos, a cada día que mi viejo calendario
exige que se lo marque, nuevas sorpresas pueden sobrevenir, tal vez agradables
o no, pero de eso se trata la vida, ¿o no?
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