Un día como hoy, 20 de junio de 1837 subió al
trono inglés la Reina Victoria, cuyo dilatadísimo reinado de casi 64 años es
considerado el período más feliz de la historia británica. Alejandrina
Victoria, Princesa de Kent, nieta de George III, sucedió a su tío William IV
con tan sólo 18 años de edad. Ya en esa época, según su biógrafo Lytton
Strachey tenía “una voluntad imperturbable, impenetrable e irrazonable. Una
voluntad peligrosamente cercana a la obstinación, y la obstinación de los
monarcas, no es la de una persona cualquiera”.
En se casó con su primo hermano, el Príncipe
Albert de Saxe Coburg-Gotha. El matrimonio feliz – algo inusual entre la
realeza – tuvo nueve hijos que se entroncaron con las casas reales de toda
Europa. Por ejemplo, el nieto mayor de Victoria y Alberto era el Kaiser Wilhem
II de Alemania; otra nieta era la última Emperatriz Alejandra de Rusia; otra
era la Reina Victoria Eugenia de España. Ya en vida, Victoria era conocida como
la “Abuela de Europa”.
En 1876 fue coronada Emperatriz de
la India. La clase media adquirió gran relevancia durante la era victoriana.
Ellos veían con gran satisfacción el comportamiento de la más virtuosa de las
reinas. Pero si bien es cierto que en la personalidad de Victoria encontramos
muchas virtudes de la clase media, sus ademanes eran aristocráticos. Pero había
un campo en que Victoria no compartía ni con la aristocracia, ni con la clase
media: la actitud para consigo misma, era sencillamente regia.
Murió a los 82 años en Osborne,
Isla de Whigt. Durante ella, la Gran Bretaña alcanzó su período de mayor
esplendor.
Nenhum comentário:
Postar um comentário