Tarde perezosa, tarde mustia
Es el inverno que se despide
Despojándonos
de arrebatos
Desvistiéndonos
de melancolía
Tarde gris,
tarde tranquila
La calma da
paso a la serenidad
La vida
adquiere un tono de despedida
Al morir el
día
Aúllan los
vientos, emoción y rebeldía
Son los
estertores de alguna fantasía
Nubes,
lloviznas, corazón tierno
Son las
postrimerías de más un invierno.
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