Inolvidables mañanas de septiembre
En que la estruendosa luz solar
Anuncia la llegada de la primavera
Siento en el corazón, un leve olor de rosas
Un leve temblor de centellas
Una suave emoción y euforia
Y un leve temblor de estrellas
La vida así adquiere
Aquel milagroso sentido de esperanza
De ilusiones y añoranzas
En que todo se transforma
En colores y emotividad
Y viviremos, aunque en breve lapso
La tan esperada felicidad!
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