Celebro con regocijo
El día de aquél que me acompaña
Por el largo sendero de la vida
A aquél que me consuela
Cuando las lágrimas llegan
A aquél que se alegra
Con mis momentos de gozo
A aquél que me abraza
Cuando necesito apoyo
A aquél que siempre está conmigo
desde mi tierna infancia
A aquél que me acompaña noche y día
en las batallas de la vida
A aquél que me da su mano
para que no me pierda en el camino
A aquél que es invisible a simple vista
pero es tan real como mi propia esencia
A aquél que navega conmigo
por tempestades y bonanzas
A aquél que nunca me abandona
no importa el donde ni cuando
A aquél que
me llama de amigo
y es un tierno compañero
A aquél que, en los momentos
de intensa espiritualidad,
siento el revoloteo de sus alas
A aquél que, cuando llegue, finalmente el momento
me asirá con sus fuertes manos,
y me ayudará en el suave vuelo
de la eternidad.
A aquél a quien llamo
de mi querido ángel custodio.
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