2014: ¿UN AÑO PARA RECORDAR U OLVIDAR?
Y entonces,
nuevamente llegamos al final de otro año. Esta vez le toca a 2014, un año por
cierto más que singular, un período de nuestras vidas en que hemos vivido y
visto cosas extraordinarias, impresionantes, y al mismo tiempo, trágicas.
Cierta vez he leído en algún lugar que la vida es un haz de posibilidades donde
encontramos de todo: alegrías, esperanzas, amor, paz, guerras, odios,
tempestades, tragedias, dulzura, sonrisas, lágrimas y toda la gama de
sentimientos humanos que podamos sentir y vivir. Esa es la vida, ni más ni
menos. El tiempo que vivimos es un tiempo por cierto, convulsionado. Con el
adviento de la tecnología en las comunicaciones, vivimos sorprendidos de cómo
el tiempo pasa como un rayo. Sin pensar, sin querer, ya estamos en las puertas
de un nuevo año. Si es un nuevo tiempo, sólo la historia lo sabrá, pero que nuestro
joven siglo XXI nos prepara cada sorpresa, eso sí que es una realidad
cotidiana.
2014
quedará en el recuerdo histórico como un año de muchas celebraciones,
recordaciones, centenarios, aniversarios y mucho más. Es un año en que el mundo
recordó el horror de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y sus trágicas
consecuencias en la vida humana. Con el asesinato del Archiduque Austriaco
Francisco Fernando en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, hecho que desembocó en
la primera gran guerra de la humanidad, los Imperios Ruso, Alemán y
Austro-Húngaro se convirtieron en polvo. Todo había cambiado desde entonces. La
geopolítica europea y mundial ha definido nuevas fronteras geográficas e
ideológicas que, veinte años después, explotarían en otra gran guerra, esta vez,
la Segunda Guerra Mundial.
En junio de
2014, Jefes de Estado y de gobiernos europeos y norteamericano, se reunieron en
Normandía para celebrar los 70 años del DIA D, el día que quedó en la historia
como el inicio de la liberación del continente bajo el yugo Nazi de los
alemanes. La galaxia de reyes y presidentes aliados en la guerra, se reunieron
con los pocos veteranos vivos para celebrar esta magna fecha.
El mundo
parecía girar sin parar cuando todo se concentró en Brasil, en junio, para la
gran celebración del Mundial de Fútbol FIFA 2014. Fue considerada como “La Copa
de las Copas”. Y fuera de los estadios ha sido un suceso extraordinario, en
parte por la famosa alegría de los brasileños que siempre supieron recibir bien
a los extranjeros, en otra parte, por la belleza del país, sus colores, sus
playas y montañas, la diversidad de su riqueza cultural y mucho más. Pero,
dentro de los estadios, el Mundial fue un fiasco para el país anfitrión. Una
tragedia se desencadenó sobre el seleccionado nacional al caer humillado ante
Alemania (que fue la vencedora del Torneo) por 7 a 1. Fue la mayor humillación
que la Selección Brasileña había pasado jamás y el revuelo en la Prensa fue
algo ensordecedor.
Pero,
olvidamos esta tragedia tan pronto como pudimos y nos preparamos para las
Elecciones Generales, las más combatidas y duras de los últimos tiempos. Y en
Agosto, el candidato a Presidencia de la República, Eduardo Campos, ex
gobernador de Pernambuco, falleció en un grave accidente aéreo, durante la
campaña política, en Santos. El caleidoscopio político había cambiado dando
lugar a la figura de Marina Silva, candidata a vice de Campos y ahora ocupando
su lugar en el embate. Nunca el país se había polarizado tanto. Nunca las
discusiones políticas cayeron tan bajo en las redes sociales. Parecía que la
esperanza vencería, parecía. Porque los escrutinios dieron nuevamente la
victoria al gobierno actual que estaba tambaleante en medio de un peligro de
crisis económica y de una recesión amenazante. El país se dividió literalmente
en dos, norte y sur, estados contra estados, ciudadanos contra ciudadanos,
discusiones políticas e ideológicas que adquirieron un fuerte matiz virulento y
asustador. Por detrás de todo este escenario, otro escándalo político y
económico envolviendo una de las mayores empresas del país: PETROBRÁS.
Escándalos de soborno, de robo, despilfarro y corrupción en la empresa estatal
provocaron una caída de las acciones en el segundo semestre. Al terminar el
año, todos tenemos la certeza que la cosa va para peor.
2014 fue
también un año de sequía increíble en todo el sureste brasileño, especialmente
en São Paulo, donde el desabastecimiento de agua ha sido una amenaza constante.
Al terminar el año, las lluvias esperadas aun no son suficientes para llenar
los reservatorios de agua. La crisis hídrica ya es una realidad, y la realidad
obliga al temido racionamiento de agua.
Pero las
celebraciones, aniversarios y homenajes no terminaron. En 2014 se recordó los
80 años de la Constitución de 1934, consecuencia de la Revolución Paulista del
32; así como el aniversario número 80 de la creación de la Universidad de São
Paulo (USP), la más importante del país.
También
recordamos los 60 años de fundación de la OSESP (Orquestra Sinfônica do Estado
de São Paulo), una de las más importantes de Latinoamérica.
Los
cuarenta años del inicio de la campaña de las DIRETAS JÁ, también fue
recordado, así como los cincuenta años del golpe militar de 1964 que cambió
totalmente la historia política del país. Los cuarenta años de la grabación de
AGUAS DE MARÇO de Tom Jobim y Elis Regina, y los veinte años del Plano Real y
de la muerte del gran Tom Jobim (1994).
En el
ámbito internacional, vimos la guerra civil en Siria aumentar de tono y
acumulando más de cien mil vidas perdidas. Eso no era toda la tragedia que nos
esperaba. Varios grupos fundamentalistas islámicos en Nigeria, Somalia, Siria e
Irak, amenazan la paz mundial a través de terribles muertes, crucifixiones de
cristianos (en pleno siglo XXI). De entre esos grupos, uno llamó la atención en
este año: El del estado islámico, conocido como ISIS. Infundiendo terror en los
dos países (Irak aún más por el abandono de las tropas estadounidenses) y
Siria, aprovechando el vacío de poder dejado por la guerra civil, toman
ciudades, matan habitantes civiles y atacan a periodistas extranjeros. Muchos
de ellos, decapitados frente a las cámaras de TV y mostrados alrededor del
mundo.
Tras un
plebiscito (por Ucrania considerado ilegal), la península de Crimea decidió
adherir al territorio Ruso, provocando un gran conflicto en la región. Tras las
elecciones Ucranianas, los habitantes de ese país decidieron unirse a la
Comunidad Europea y romper con la hegemonía Rusa. Esto no agradó a Rusia que,
influyendo con armas y propaganda, alimenta una insurrección en el lado Este de
Ucrania lo cual protagoniza otra especie de guerra civil. El paroxismo de la
crisis llegó cuando un avión de pasajeros fue abatido por esos insurgentes con
un misil, de procedencia rusa. Los países Occidentales instauraron un embargo comercial
a Rusia, que en diciembre explotó con una crisis económica terrible, la
devaluación del rublo frente al dólar y la caída drástica de los precios del
petróleo fueron los detonantes.
Europa y
EE.UU. emergiendo lentamente de la crisis económica continúan con su esfuerzo
para ser protagonistas en el ámbito político y económico internacional. Tres
países europeos iniciaron el relevo monárquico en 2014: En los Países Bajos, la
Reina Beatriz cedió el trono a su hijo Guillermo Alejandro; en Bélgica, Felipe
I asume en reemplazo de su padre Alberto II y, finalmente en España, el Rey
Juan Carlos I abdicó a favor de su hijo Felipe VI en junio. El nuevo monarca
español enfrentaría este año un gran problema familiar y nacional, su hermana,
la Infanta Cristina ha sido imputada en un proceso tributario y de corrupción,
junto con su marido. Un gran escándalo para la monarquía.
En
Inglaterra, sin embargo, la monarquía bajo Isabel II vive un momento de
esplendor. El mensaje navideño de la soberana fue la de mayor índice de
audiencia. La reina recordó el centenario de la Primera Gran Guerra, los
desafíos de Gran Bretaña pidiendo unidad después del plebiscito de Escocia en
septiembre último. El próximo año, el 8 de septiembre, la Reina alcanzará otro
hito histórico: será el monarca que más tiempo reinó en Gran Bretaña al pasar a
su tatarabuela, la Reina Victoria que reinó 63 años, 7 meses y dos días.
Ya en diciembre, quizá la noticia más
importante del año: El Presidente Obama hizo un discurso que decía que su país
volverá a reatar relaciones diplomáticas con Cuba, tras 53 años de ruptura. Un
viento fresco de esperanza política pareció soplar por el mundo. Excelente
noticia.
Y no
podemos hablar de 2014 sin tocar el tema del EBOLA. La terrible enfermedad que
asoló los países africanos del Oeste y que cobró más de veinte mil vidas, y que
ha preocupado a todo el mundo por el riesgo de contaminación y transformarse en
una pandemia. Felizmente, al terminar el año, al parecer, las cosas están
controladas.
Ha sido
también un año de pérdida y adiós. La tragedia de Eduardo Campos fue muy
publicada y sentida. La muerte del gran escritor Gabriel García Márquez en
abril fue una pérdida para la literatura universal. En Brasil, la del escritor
Ubaldo Ribeiro y Ariano Suassuna, también. En el ámbito artístico
cinematográfico, las muertes de Phillip Seymour Hoffman, Robin Williams, José
Wilker, Hugo Carvana, la cantora Marlene (diva de los años dorados de la era de
la radio), así como Jair Rodrigues, Paulo Goulart y del locutor Luciano do Valle,
han causado honda consternación en todo el país. También le llegó el turno al
empresario Antonio Ermirio de Moraes, uno de los más bien sucedidos hombres de
negocio brasileño, así como Samuel Klein, el fundador de las Casas Bahía. Quizá
otra muerte muy sentida fue la del actor y comediante mexicano Roberto Bolaños,
el inolvidable CHAVO del 8, que ciertamente dejará recuerdos en toda una
generación.
Así, el
mundo parece continuar con su propio ritmo, aunque creo, un poco más rápido y
acelerado de lo que quisiera. Estamos a las puertas de un nuevo año. 2014
quedará en la historia como un año lleno de acontecimientos, en un siglo en
que, todo sucede a pasos agigantados y que nos deja alelados con su estela de
violencias y tragedias, pero también de esperanzas. Al final, si estamos con
vida, es porque la Providencia nos ha dado la fuerza y la entereza para
enfrentar, con garbo, los desafíos del destino. FELIZ 2015!