De nuevo
estamos en el bonísimo tiempo de Navidad donde los buenos deseos surgidos de
nuestros corazones enternecidos por estas fechas, brotan sin cesar a través de
mensajes, redes sociales o simplemente en medio de nuestras conversaciones
cotidianas con quienes amamos. Es muy importante tener buenos deseos, al menos
una vez al año, pero para los que saben el verdadero sentido de las Navidades,
los buenos y caritativos deseos por nuestros semejantes deberán extenderse a lo
largo de nuestra vida.
En este
tiempo de mucha luz y de paz, deseo de todo corazón a todos aquellos que me
rodean, y me rodearon a lo largo de este 2014 con su compañía, con su
presencia, con su amistad, con su cariño y ternura o simplemente con una
sonrisa, a todos ellos, mis sinceros deseos de unas FELICES NAVIDADES y que el
próximo año nos encuentre con una fuerza espiritual inmensa para enfrentar y
soportar con garbo las complejidades de la vida cotidiana, las dificultades,
los sinsabores, las enfermedades y también, los momentos felices con nuestros
seres queridos y allegados.
Leí una vez
en un libro espiritual que, para un cristiano, un buen año no es aquel en que
no hemos tenido dificultades ni hemos enfrentado problemas, es, sin embargo un
año en que nos encontramos con una fe y una fortaleza lo suficientemente fuertes
para enfrentar cualquier embate que la vida, y acaso el destino, nos lo
reservan.
Pues bien,
mis ruegos y buenos deseos para el nuevo año que se inicia es que tengamos esa
fe y esa fortaleza para continuar con lo que la Providencia nos tiene
reservados. Y que todo mejore día tras día, con fortaleza, con entereza, con
garbo, con firmeza, con alegría y con una fe, que pueda transformarlo todo a
nuestro alrededor.
FELICES
NAVIDADES 2014-2015
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