LA RESURRECCIÓN: CENTRO DE NUESTRA FE
La
resurrección es el centro de nuestra fe. Jesucristo, Nuestro Señor, resucitó de
entre los muertos y está entre nosotros, aleluia.
Esta es la
fiesta más importante del cristianismo, por eso nos hemos preparado para ella
durante cuarenta días. Celebramos la Semana Santa y el solemne Triduo Pascual
culminando en el domingo de Pascuas de Resurrección del Señor.
Jesucristo,
el hijo de Dios hecho hombre, fue condenado a una muerte injusta por la maldad
de los hombres y se entregó a la cruz por amor a la humanidad De su enseñanza
“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos” se desprende la victoria de la caridad. Dios
no lo dejó (a Jesús) en poder de la muerte, ni dio la victoria a sus enemigos;
por eso hizo que Cristo se levantara del polvo de la muerte y se apareciera
vivo a sus discípulos.
La Pascua
de Cristo es celebrada a cada domingo “Día del Señor”. Por eso es tan importante
valorar el domingo como día santificado en honor a Dios y del Señor Resucitado.
Durante el sacrificio de la Eucaristía, de forma especial, se realiza siempre
el encuentro con Jesús Resucitado de la misma manera con que se le apareció a
sus apóstoles.
Este
período pascual es un tiempo de alegría y esperanzas. Alegría en saber de que
Jesucristo vive en cada uno de los corazones de sus amigos y la esperanza de
nuestra resurrección se renueva a cada instante, a través de la luz eterna del
cirio pascual que ilumina nuestro camino por el sendero del bien, del amor y de
la profunda caridad. En este tiempo litúrgico, debemos aprovechar para pedir
mucha luz y energías para sobrellevar nuestras cargas personales inherentes a
nuestra vida.
Si se lo
pedimos con fe y amor, Jesús nos dará en el corazón el GAUDIUM CUM PACE (La
alegría con paz) y así, vislumbraremos la felicidad eterna.
¡FELICES
PÁSCUAS DE RESURRECCIÓN!
Nenhum comentário:
Postar um comentário