A MIS FAMILIARES, AMIGOS Y ALLEGADOS
Nos
encontramos a las puertas de la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor. La
luz de la estrella de Belén, que ha dado tanta inspiración durante estos dos
milenios a la humanidad, sigue alumbrando nuestro camino. Y sigue alumbrando
especialmente, a aquellos que la buscan, porque la luz está siempre allí, basta
querer encontrarla y dejarse guiar por ella, para no perderse en el camino.
Durante
todo el año de 2012, he sentido innúmeras inquietudes de naturaleza filosófica,
religiosa y, acaso humana. Una de las grandes dudas que me tuvieron bien
ocupado este año de gracia, fue la meditación sobre el tiempo que vivimos. No
hay dudas – y ya lo dije tantas veces -, que vivimos un mundo agitado, ajetreado
y sin tiempo para disfrutar de lo más esencial, que es aprovechar la vida. El
tiempo es demasiado rápido para los que esperan, para los que sufren, temen, se
alegran y, finalmente para los que aman. Sin embargo, a pesar de las
vicisitudes de la vida moderna, de la tecnología, de las maravillas de la
ciencia, aún tenemos dificultades para acompañarlo. Es necesario que volvamos
la mirada hacia nuestro interior, y lo digo de verdad, porque sólo allí
conseguiremos encontrar el atajo que nos conduce hacia lo que llamamos, la paz
interior.
Y es en
esta época de Navidad, donde la paz reina absoluta si la buscamos, es cuando
nos detenemos a meditar los misterios del nacimiento de Nuestro Señor. La
cátedra de Belén ha sido y, sigue siendo, el ejemplo más acabado de humildad,
hermandad y caridad. De ella podemos sacar los frutos más ricos para enfrentar
la vida. Ella nunca pasa de moda, ella siempre continua como el modelo de vida
que nos traerá la felicidad, no aquella que da el mundo, sino aquella que viene
del espíritu.
Como en
todas Navidades, mi deseo es que, a todos los que me rodean y a sus respectivas
familias, a la mía propia, a mis amigos y conocidos, a todo el mundo, quiero
desear, desde el fondo de mi corazón UNAS NAVIDADES LLENAS DE PAZ Y DE ESPERANZA,
y que el próximo año, nos sorprenda con buenas noticias, con interesantes
proyectos personales, con alegrías sin límites y, sin debemos pasar por
dificultades (pues éstas son inherentes a la vida misma) que tengamos toda la
fuerza para luchar y salir victorioso de la contienda.
Que el
Todopoderoso nos bendiga a todos y nos proporcione la alegría y la paz para
todos los que amamos de verdad.
FELICES NAVIDADES 2012-2013
Nenhum comentário:
Postar um comentário