Señor Jesús:
Gracias por estar vivo, en más unas navidades de mi vida. Gracias por
toda tu gran misericordia a lo largo de este año, que te has dignado derramar
sobre este pobre vaso de barro de vasija rota que soy yo.
Gracias por las noches tranquilas y las noches de insomnio, gracias
por los días iluminados por el sol, por los días lluviosos, por los días grises
de invierno, por el caliginoso y vertiginoso sol de verano, por los frutos y
flores de la primavera.
Sobre todo te doy gracias por la salud que diste este año y también a
los míos. Por las largas horas de risa entre amigos, por las horas de afecto y
comprensión, por no abandonarme nunca y, por estar siempre a mi lado.
También quiero darte gracias de todo corazón por las lagrimas que he
derramado, por la tristeza, por la soledad, porque sintiendo todo eso, he
reflexionado sobre mi propia existencia y he llegado a la conclusión de que
sólo Tú, Señor, vales la pena, sólo tu presencia me sirve de bálsamo contra
todos los males. El saber que estás a mi lado es un tesoro invalorable. Gracias
Señor, porque estás naciendo nuevamente en nuestros corazones, hoy y siempre.
AMÉN.
Nenhum comentário:
Postar um comentário