sábado, 30 de março de 2013

LA RESURRECCIÓN: CENTRO DE NUESTRA FE


La resurrección es el centro de nuestra fe. Jesucristo, Nuestro Señor, resucitó de entre los muertos y está entre nosotros, aleluia.

Esta es la fiesta más importante del cristianismo, por eso nos hemos preparado para ella durante cuarenta días. Celebramos la Semana Santa u el solemne Triduo Pascual culminando en el domingo de Pascuas de Resurrección del Señor.

Jesucristo, el hijo de Dios hecho hombre, fue condenado a una muerte injusta por la maldad de los hombres y se entregó a la cruz por amor a la humanidad De su enseñanza “Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”  se desprende la victoria de la caridad. Dios no lo dejó (a Jesús) en poder de la muerte, ni dio la victoria a sus enemigos; por eso hizo que Cristo se levantara del polvo de la muerte y se apareciera vivo a sus discípulos.

La Pascua de Cristo es celebrada a cada domingo “Día del Señor”. Por eso es tan importante valorar el domingo como día santificado en honor a Dios y del Señor Resucitado. Durante el sacrificio de la Eucaristía, de forma especial, se realiza siempre el encuentro con Jesús Resucitado de la misma manera con que se le apareció a sus apóstoles.

Este período pascual es un tiempo de alegría y esperanzas. Alegría en saber de que Jesucristo vive en cada uno de los corazones de sus amigos y la esperanza de nuestra resurrección se renueva a cada instante, a través de la luz eterna del cirio pascual que ilumina nuestro camino por el sendero del bien, del amor y de la profunda caridad. En este tiempo litúrgico, debemos aprovechar para pedir mucha luz y energías para sobrellevar nuestras cargas personales inherentes a nuestra vida.

Si se lo pedimos con fe y amor, Jesús nos dará en el corazón el GAUDIUM CUM PACA (La alegría con paz) y así, vislumbraremos la felicidad eterna.

 

¡FELICES PÁSCUAS DE RESURRECCIÓN!

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