quarta-feira, 8 de dezembro de 2010

TOTA PULCHRA


SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA.

Hoy celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Apareció un lucero en medio de la oscuridad y anunció al mundo en tinieblas que la "luz" estaba por llegar. La aparición de Nuestra Señora en el mundo es como la llegada de la aurora que precede a la luz de la salvación.
María es "TOTA PULCHRA", toda pura, toda limpia. De ella se origina una luz especial que alumbra el camino que debemos seguir en las diferentes tareas y asuntos de la vida. Ella es la Madre de Dios y por ende, Madre nuestra, y se nos ha dado por el mismo Jesús en la cruz.
Como Madre, nunca ve los defectos de sus hijos, nos ayuda y nos ampara.
Exulte toda la creación y se extremezca de gozo la naturaleza, porque el Señor ha tenido misericordia de su pueblo y nos ha dado un Salvador; es decir, en esta inmaculada y purísima Virgen, por quien llega la salud y la esperanza de los pueblos.
Con ella, purísima y resplandeciente, fijamos nuestros ojos "como la estrella" que nos guía por el cielo oscuro de las expectativas e incertidumbres humanas.
De las advocaciones de alabanzas a la Virgen, tengo predilección especial por algunas : Spes Nostra (esperanza nuestra), Stella matutina (estrella de la mañana), sedes sapientiae (asiento de sabiduría) y Causa nostrae laetitiae (causa de nuestra alegría).
Recuerdo, años atrás, cuando el Papa Juan Pablo II, de entrañable memoria,hizo una visita papal a mi país, yo había participado, con amigos queridos, del encuentro del Santo Padre con los jóvenes, y él nos había dicho : SI ALGUNA VEZ ESTÁIS TRISTES, ACUDID A MARÍA, PORQUE ELLA ES LA ESTRELLA DE LA MAÑANA Y LA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA. CON ELLA DE LA MANO, NUNCA ESTARÉIS TRISTES, PORQUE SÓLO ELLA CONOCE EL VERDADERO CAMINO QUE CONDUCE A SU DIVINO HIJO.
Sabios consejos. Hoy mi corazón de hijo y de cristiano, exulta de gozo al pensar en esta fiesta. En mis oraciones, se elevan plegarias de agradecimiento a Dios por habernos dado a María como madre.
Pido, en este día tan solemne, que Nuestra Madre nos escuche, que interceda por nosotros, por mis familiares, allegados y amigos, por el mundo. Que su hijo nos colme de bendiciones y gracias imperecederas, y como la Virgen María es Madre de Jesús, con toda seguridad, será oída.
Que nunca nos falte la esperanza y la alegría. Con María de la mano, estamos seguros.
Al terminar, acude a mi mente, una vieja canción mariana de mi pasado, llena de amor y ternura, que dice algo así como :
"Junto a tí Maria, como un niño quiero estar/ tómame en tus brazos, guíame en mi caminar/ quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente y lléname de paz"

Santa María, ruega por todos nosotros.

Nenhum comentário:

Postar um comentário