
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA.
Hoy celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Apareció un lucero en medio de la oscuridad y anunció al mundo en tinieblas que la "luz" estaba por llegar. La aparición de Nuestra Señora en el mundo es como la llegada de la aurora que precede a la luz de la salvación.
María es "TOTA PULCHRA", toda pura, toda limpia. De ella se origina una luz especial que alumbra el camino que debemos seguir en las diferentes tareas y asuntos de la vida. Ella es la Madre de Dios y por ende, Madre nuestra, y se nos ha dado por el mismo Jesús en la cruz.
Como Madre, nunca ve los defectos de sus hijos, nos ayuda y nos ampara.
Exulte toda la creación y se extremezca de gozo la naturaleza, porque el Señor ha tenido misericordia de su pueblo y nos ha dado un Salvador; es decir, en esta inmaculada y purísima Virgen, por quien llega la salud y la esperanza de los pueblos.
Con ella, purísima y resplandeciente, fijamos nuestros ojos "como la estrella" que nos guía por el cielo oscuro de las expectativas e incertidumbres humanas.
De las advocaciones de alabanzas a la Virgen, tengo predilección especial por algunas : Spes Nostra (esperanza nuestra), Stella matutina (estrella de la mañana), sedes sapientiae (asiento de sabiduría) y Causa nostrae laetitiae (causa de nuestra alegría).
Recuerdo, años atrás, cuando el Papa Juan Pablo II, de entrañable memoria,hizo una visita papal a mi país, yo había participado, con amigos queridos, del encuentro del Santo Padre con los jóvenes, y él nos había dicho : SI ALGUNA VEZ ESTÁIS TRISTES, ACUDID A MARÍA, PORQUE ELLA ES LA ESTRELLA DE LA MAÑANA Y LA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA. CON ELLA DE LA MANO, NUNCA ESTARÉIS TRISTES, PORQUE SÓLO ELLA CONOCE EL VERDADERO CAMINO QUE CONDUCE A SU DIVINO HIJO.
Sabios consejos. Hoy mi corazón de hijo y de cristiano, exulta de gozo al pensar en esta fiesta. En mis oraciones, se elevan plegarias de agradecimiento a Dios por habernos dado a María como madre.
Pido, en este día tan solemne, que Nuestra Madre nos escuche, que interceda por nosotros, por mis familiares, allegados y amigos, por el mundo. Que su hijo nos colme de bendiciones y gracias imperecederas, y como la Virgen María es Madre de Jesús, con toda seguridad, será oída.
Que nunca nos falte la esperanza y la alegría. Con María de la mano, estamos seguros.
Al terminar, acude a mi mente, una vieja canción mariana de mi pasado, llena de amor y ternura, que dice algo así como :
"Junto a tí Maria, como un niño quiero estar/ tómame en tus brazos, guíame en mi caminar/ quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente y lléname de paz"
Santa María, ruega por todos nosotros.
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