domingo, 18 de março de 2012

AGUAS DE MARZO


El Tiempo ha cambiado paulatinamente. El sol rabioso del verano ha dado paso a un frescor y mojado tiempo húmedo y lluvioso. Son las llamadas “aguas de marzo” encerrando el verano – y, como decía la canción – : “y la promesa de vida en mi corazón”.
Las aguas de marzo, ciertamente llevan esperanzas, anhelos e ilusiones. El verano es siempre retratado como un tiempo de expansión; un tiempo no previsto para la meditación ni para la introspección, sino para disfrutar los deleites de la vida, entrelazados con los luminosos y placenteros días, las cálidas noches y la profusión de luces de alegría y regocijo.
Las aguas de marzo llevan con ímpetu todas estas manifestaciones vitales de la existencia e inauguran un nuevo período de calma y frescor: el otoño.
El otoño con su luz difusa, diáfana y oblicua. El sol de otoño con sus emociones más secretas, con sus noches misteriosas envueltas de ensueños. Es la nueva estación que trae promesas, novedades y un sinfín de esperanzas. El círculo de la vida recorre la trayectoria de la naturaleza en el movimiento perenne de las estaciones.

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