sábado, 24 de março de 2012
EL CICLO DE LA VIDA, EL CICLO DE LAS ESTACIONES
Estamos en una nueva estación, el otoño. El verano ha pasado y ha dejado su estela de luminosidad, de diversión, de alegría y mucho más. Pero, como todo en la vida tiene su ciclo, el ciclo del estío ha pasado y ahora nos adentramos a una nueva estación, un nuevo tiempo en que el propio planeta nos da muestras de continua renovación.
El otoño, al igual que los ciclos vitales de nuestra vida, trae consigo un frescor característico. Los días son más apacibles, las noches más frescas, los rayos del sol otoñal son oblicuos y casi transparentes. Aún no pude ver la transformación de los árboles y sus hojas, pero eso pronto vendrá. Las hojas se vuelven amarillentas, macilentas, algo pálidas y después, como cansadas y sin vida, caen por su propio peso. Las hojas del otoño son como alfombras en la tierra, y nos dan esa apariencia tranquila, casi bucólica del ambiente. Cuando la pisamos, ellas parecen gritar, no sé si de pena o de alegría, igual que la propia vida.
Los rayos oblicuos solares parecen no penetrar totalmente en la tierra. Ellas calientan sí, pero en forma tenue y dan al espectador una impresión de maravillosa relajación.
El otoño es, sin lugar a dudas, la estación más propicia para la meditación y para escuchar los latidos de nuestra propia alma. Si somos creyentes, es un período de gran conmoción interior, ya que celebramos la Pasión de Jesús y las gloriosas Pascuas de Resurrección. Este mágico y gran evento, nos recuerda que la vida vence a la muerte, que la esperanza es una fuerza poderosa que nos hace enfrentar todas las dificultades, las dolencias, las cruces del camino que hemos de encontrar y que, finalmente, lograremos vencer por la infinita misericordia de un Dios, hecho hombre, que se ha entregado a la muerte para la Redención del Mundo.
La nueva estación trae, además de recogimiento y tranquilidad, un periodo de preparación para conocernos profundamente y conocer nuestro propio interior. El ciclo de las estaciones, es igual al ciclo de la vida: todo cambia, todo se transforma, todo pasa por un proceso meticuloso y perfecto. ¿Acaso no es así nuestro perenne caminar por la vida?
Que el otoño me renueve y renueve a las personas que tanto amo.
¡FELIZ OTOÑO PARA TODOS!
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