segunda-feira, 10 de fevereiro de 2014

ALBOR DE UN DÍA


El silencioso color,

ocre naranja

se mezclaba con el azul atmosférico.

En el cielo,

sólo la estrella matutina brillaba

cuando la ciudad se desperezaba

Apenas acertaba su posición

al promediar más una mañana.

Es un nuevo día naciendo,

en el fragor de la euforia

el ruido callejero susurra la rutina,

las luces se encienden

y veo, por mi ventana,

el renacer de la vida.

A lo lejos, un avión aterrizaba

El sol se avecinaba,

el trafico abrazaba

a la ciudad cansada.

Más un día renacía

en medio del estío que reflejaba

la armonía, la ilusión y la fantasía:

¡el albor de la vida!

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