Pensé que te había perdido
en medio del tumulto de mis cosas
Cosas de rutina,
cosas misteriosas.
Pero al encontrarte, me sorprendí
de tu belleza, de tu hermosura,
de cuanto me habías acompañado
en este largo peregrinaje de mi vida.
Y aquí estás, en mis temblorosas manos
Dulce crucifijo vacío
Perdido en el algún rincón de mi memoria
o de mi corazón frío.
Crucifijo vacío,
Inerte , silencioso
Solitario y sereno
y lleno de amor pleno.
Ya no estarás vacío
pues te llenaré con mi corazón,
con mi caridad y dolor
que te ofreceré por siempre
Oh Cristo mío!
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