segunda-feira, 1 de novembro de 2010
DE PROFUNDIS
A pesar de estar al borde de un torbellino de realidades confusas y peligrosas, existe una fuerza misteriosa que me lleva hacia adelante.
Dios, en su infinita sabiduría y misericordia, siempre me protege y hace que todo sea para bien (Omnia in bonum).
En estos días, la jaculatoria más querida para mí es la de Santa Teresa de Ávila : “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda”.
Así voy caminando, a veces a tientas, pero nunca deteniéndome ante ningún obstáculo. En algún lugar, entre mi pasado y mi presente, se gesta mi futuro, que lejos de ser incierto, está clavado de reconfortante felicidad. Deo Gratias!.
1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos.
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