Hoy 6 de noviembre recuerdo el aniversario de fallecimiento de mi compositor favorito PYOTR ILLICH TCHAIKOVSKY, fallecido en la otrora Rusia imperial un día como hoy de 1893.
Las obras de este gran compositor romántico conmueve a los corazones sensibles. Desde las maravillosas e inolvidables obras de ballet como la SUITE CASCANUECES, hasta la excelsa y patriótica OBERTURA 1812,en cuyas melodías podemos apreciar el otrora himno nacional DIOS SALVE AL ZAR, hasta la fantástica SINFONÍA PATÉTICA, podemos apreciar, en todo su significado, el romanticismo exacerbado de este compositor ruso, cuya vida, plagada de sufrimientos y decepciones, encontró en la música romántica erudita, un bálsamo para la tristeza, la melancolía y la desesperación.
Gran compositor de ballet y también de sinfonías, sus obras, reconocidas en el mundo entero, dieron muestras del acabado y perfecto romanticismo de finales del siglo XIX. Mi obra favorita es la SUITE ROMEO Y JULIETA. Cuando la escucho, siento en el corazón (citando a mi poeta favorito, GARCIA LORCA)un vago temblor de estrellas.
ROMEO Y JULIETA provoca en mi alma, lo que toda obra de arte lo hace, un profundo estremecimiento que agita las alas de mi imaginación y conmueve mi espíritu.
Hoy, 6 de noviembre, escucho nuevamente ROMEO Y JULIETA, y como siempre, mi corazón se enardece de alegria y felicidad. Es el supremo arte de la música.
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