sexta-feira, 11 de fevereiro de 2011

AVENIDA PAULISTA


Ni el rabioso sol de verano
Ni la correría de la gente
Ni la humareda escaldante de tu tráfico
Ni el desconcierto de milhares de miradas
Ni la falta de arboledas
Ni el retumbar de los aires acondicionados
Ni el fulgor de tu asfalto
Ni la luminosidad de tu estío
Ni la impersonalidad de tus esquinas
Ni tu fría selva de piedra
Ni la grandeza de tus rincones
Ni el despertar de la vida urbana
Ni las luces de neón de tus vallas
Ni los testigos oculares de tu imponencia,
Podrán arrebatar tu firmeza
Podrán derrotar tu grandeza
Podrán transformar tu figura
Podrán extraer tu energía
Podrán olvidar tu historia
Podrán detener tu brío
Podrán acariciar tu ensueño
Podrán esbozar tu sonrisa
Podrán sucumbir en tu lecho
Podrán darte más luces incandescentes
de espacio vital urbano
Avenida pujante, avenida dilacerante
Famosa, recordada y añorada
Siempre serás para los que te conquistan
La siempre amada avenida paulista.

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