Una película romántica y sin pretensiones es LA JOVEN REINA VICTORIA, una producción inglesa de 2009, dirigida por Jean-Marc Vallée que ganó el Oscar 2010 de mejor vestuario. Por primera vez en muchos años, aparece una película histórica que narra los primeros años de reinado de la Reina Victoria I de Inglaterra (1819-1901).
Cuando hablamos de Victoria, nuestro imaginativo siempre busca la expresión “victoriano”, “puritano”, “mojigato”, “rígido”, etc. Sin embargo, cuando la soberana británica más poderosa del mundo era joven (ascendió al trono en 1837 con tan solo dieciocho años) fue una mujer feliz al lado de su marido, el Príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha. La película cuenta sobre los primeros años de su reinado y su boda con su primo y gran amor de su vida.
Emily Blunt ,actriz inglesa, representa muy bien a la joven reina. El parecido con la soberana es sólo en el peinado y en el vestuario, pero está muy bien protagonizado por esta joven estrella, que brilló en “The Devil wears Prada”.
Un extraordinario Jim Broadbent caracteriza al rey William IV, tío de Victoria y Rupert Friend (Pride &Prejudice) compone un extraño Prince Albert.
Victoria y Alberto fueron, quizá una de las pocas parejas regias universalmente felices. A pesar de que la película es un tanto escueta en este sentido, da para imaginarnos esos años felices de la pareja que estuvo unida por veintiún años y que tuvieron nueve hijos.
Con actores ingleses y magníficas fotografías de palacios ingleses, la película es una buena idea para aprender un poco de la historia británica del siglo XIX.
Victoria es la única soberana cuyo nombre lleva una era : la era victoriana. El período más feliz de la historia británica. En la cumbre de su poderoso imperio – talvez el más grande del mundo -, Victoria fue elevada en las nubes de la inmortalidad. Esposa, madre, reina y emperatriz de un vasto imperio y madre de la patria , era la “abuela de Europa” y hasta ahora, el soberano reinante más longevo de la historia.
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