Hoy celebramos el día de San José y en España es el Día del Padre. José, varón justo y virtuoso, fue elegido por la eternidad para ser el padre nutricio de Jesús y castísimo esposo de María.
Su vida tejida de misterio y fortaleza, es ejemplo de laboriosidad y de entereza. Desde su humilde taller en Nazaret, José se santificaba y santificaba su tarea realizando con profesionalismo y dedicación, el trabajo de cada día.
José es también elegido por Dios para ser protector y jefe de la Sagrada Familia. A él se dirigirán las oraciones dedicadas a la familia y a sus miembros. Nuestro Señor, por cierto, aprendió de él, el oficio de carpintero y también debió aprender con su ejemplo, que la dedicación al trabajo profesional nos hace más santos.
También se celebra el día del Padre. Y quisiera rendir un homenaje muy especial y afectuoso a mi propio padre. Así como José, mi progenitor me ha dado muestras – con su ejemplo de laboriosidad – que el trabajo nos fortalece, nos eleva y nos hace dignos.
El trabajo bien terminado, sin chapuzas, es por cierto, la mejor forma de oración.
También hoy es la fiesta de Valencia. Bajo la devoción a San José, los valencianos celebran LAS FALLAS con inmensa alegría y ciudadanía.
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