sexta-feira, 1 de abril de 2011
LA NUEVA CULTURA DEL SIGLO XXI
Esta mañana vi por la tele un documental que me ha llamado mucho la atención. Se refería a la nueva tendencia de la cultura de nuestro siglo. Es sabido que la sociedad de consumo y la modernidad nos ha atenazado con sus tentáculos durante las últimas décadas del siglo pasado y en los albores del nuevo siglo, el ser humano – decía el documental- exhausto por tanta propaganda hedonista, por tanto maltrato a la naturaleza, por tanta corrupción y tanta información deshuesada y sin contenido, parece buscar un nuevo sucedáneo para enfrentar la vida.
Se gesta entonces, ya en los primeros años de la década del 2000 una nueva tendencia, una nueva onda cultural que cada vez más está ganando adeptos. Es la cultura de buscar nuestro propio ritmo biológico, adecuándolo a la naturaleza y a sus reglas y escapando del estrés, del consumismo exacerbado, del vacío existencial y de una cultura sin profundidad. Lo que más me impresionó, fue saber que la juventud es la camada social que más ha adherido a esta nueva forma de ver la vida.
Ya sabemos que la propaganda sobre los avances de la técnica y de la comunicación especialmente, generó una sociedad basada esencialmente en la rapidez, en el éxito meteórico, en tener tiempo para muchas cosas pero no tener tiempo para nada. Pareciera que, una persona con éxito, es aquella que no tiene tiempo para nada y que está sumergida en el más profundo estrés motivado por los interminables compromisos sociales y laborales.
Sin embargo, la nueva cultura que está naciendo, está direccionada a vivir en conjunción con la naturaleza, a formar parte de ella, a respetarla y a sentir, en el más hondo de nuestra esencia, el placer de vivir sin ambages, sin dilaciones, sin preocupaciones superfluas como la necesidad de poseer la más alta tecnología, la búsqueda por informaciones en tiempo real sin detenernos a pensar en las verdaderas razones de ellas emanan.
La nueva onda de nuestro siglo, que lentamente va adquiriendo simpatizantes , se refiere a una vida tranquila, apacible, sin temores por el futuro, en buscar la sencillez ante todo, en contentarnos con lo que es realmente necesario, en huir de las falsas necesidades y en escuchar nuestro propio cuerpo.
Ajustar nuestra mente y nuestro cuerpo con el ritmo de la madre naturaleza es, sin dudas la mejor manera de buscar nuestro autoconocimiento. Y para los que tienen fe, este es un regalo adicional.
Ojalá que, realmente entremos en una nueva era en nuestro planeta malherido. Ojala rescatemos nuestra propia dignidad de seres humanos y ojalá que el futuro de la humanidad sea auspicioso, porque sólo depende de nosotros.
Assinar:
Postar comentários (Atom)
Nenhum comentário:
Postar um comentário