sábado, 9 de abril de 2011

NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE

Esta semana triste, quedará en la historia de todos los que hemos vivido, el trágico acontecimiento en Río de Janeiro. Me refiero a la masacre de los niños indefensos en una escuela primaria de esa ciudad a manos de un demente que asesinó sin razones aparentes a doce niños e hirió a otros diez.
La conmoción provocada en todos nosotros esta tragedia y tantas otras que suceden en el mundo, nos hace pensar qué más nos espera por ver y sufrir. La compasión nos hace imaginar el dolor de las familias y de todos los que vivieron este magno acontecimiento. Lo único que nos resta es pedir a la Providencia que les dé ánimo y les proporcione la fortaleza espiritual para sobrellevar sus penas.
Lo cierto es que, cuando algo así ocurre, no dejo de pensar en la frase acuñada, siglos atrás, por Santa Teresa de Ávila : “Nada te turbe, nada te espante, todo pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta porque sólo Dios basta”.
Intento repetirla una y varias veces desde el fondo de mi corazón. Pido a Dios Todopoderoso que pueda ver en estos sucesos lamentables, lo mejor del sufrimiento. Por qué sufrimos? Hacia dónde va la humanidad? Qué más nos espera en estos terribles días?
A las preguntas sin respuestas aparentes, sólo me queda escuchar el grito de mi fe interior: “A pesar de todo sufrimiento, dolor, angustia y miedos, ESPERO EN TI SEÑOR!.

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