segunda-feira, 15 de agosto de 2011
UNA MIRADA DE FE
LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA
Entre las fiestas dedicadas a Nuestra Señora, la de hoy – la Asunción – es la que me produce mayor alegría.
La Santísima Virgen fue asunta al cielo en cuerpo y alma, y veneramos este dogma (establecido por Pio XII el 1 de noviembre de 1950), recordando que la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, derrama sus bendiciones sobre sus hijos, peregrinos en la tierra, desde la eternidad gloriosa.
Esta solemnidad además, nos da la esperanza de nuestra propia resurrección y nos hace meditar sobre nuestra vulnerabilidad y nuestra inmortalidad.
Y hoy, en este día especial, nos regocijamos con nuestra Madre, pues ella es la senda, el atajo más fácil para llegar a su divino hijo.
Pidamos al Rey de Reyes, que elevó consigo a su Madre, para que aspiremos siempre a los bienes del cielo.
Nuestra Señora de la Asunción, ruega por nosotros.
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