En una de sus obras más controvertidas – para muchos, la más grandiosa-, “El evangelio según G.H.”, Clarice Lispector nos muestra el alma humana que se confronta con sus más terribles miedos.
En el afán por vivir, el ser humano debe vencer obstáculos, pasar vicisitudes, depararse con enfrentamientos emocionales y, encontrar fuerzas para conocerse a sí mismo.
En esta obra, para muchos difícil y compleja, Clarice narra la historia de una mujer “G.H.” profesionalmente bien sucedida, con marido e hijos, aparentemente con su vida estructurada. Un día cualquiera, ella decide ir al cuarto de la empleada doméstica (a la que había despedido) para limpiarlo. En esa habitación pequeña y algo oscura, G.H. se depara con un insecto asqueroso: una cucaracha blanca y vetusta. Allí, frente a frente con este ser viviente por quien siente una humana repulsa, la mujer ve pasar ante sus ojos, su propia vida. La tan “estructurada” vida, se deshace como un castillo de naipes. Dudas, temores, sufrimientos, traumas, toman cuenta de ella. El insecto la atrapa en medio de su rutina “civilizada” y la lanza afuera de lo humano, dejándola al borde del corazón salvaje de la vida.
Este deseo de encontrar aquello que sobra del hombre cuando el lenguaje se agota, es lo que mueve, desde el inicio, la literatura de Clarice Lispector.
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