Hay,
ciertamente un gran conflicto entre el pasado (todo lo que fuimos e hicimos) y
el presente y futuro (lo que debemos “ser” y “hacer”) en materia de arte.
La Cultura
contemporánea (llámese así a lo que se produce en nuestro siglo XXI) pasa por
una grave crisis de identidad e ideología. Eso no es más que un modelo de la
crisis que el mundo enfrenta en todos los órdenes: social, político, económico,
entre otros.
La Cultura
de un pueblo no es más que el producto del pensamiento del presente de una
nación, con algunas mezclas de su pasado histórico y lo que se desea ser en el
futuro.
Ciertamente,
la producción musical erudita de los siglos anteriores al nuestro, alcanzaron
su apogeo y su esplendor. Ya en la segunda mitad del siglo XX, observamos un
triste descenso, y espero que no sea irreversible, en el campo erudito.
En materia
de Arte Contemporáneo, el siglo XXI aún no ha encontrado su rumbo, su camino,
aquella senda por el cual manifestar su objetivo y realización plena.
Nenhum comentário:
Postar um comentário