sábado, 28 de maio de 2011

DAY OFF

Ansío el descanso y la tranquilidad. El silencio es acogedor y me rodea de misterios; misterios de vida y de fe.
Pero también una parte de mi desea el contacto humano, el ruido del mundo, la mezcla de sabores y el estar en medio de una multitud anónima y vibrante.
Decidí entonces que los VIERNES seria mi DAY OFF (mi día libre). Libre de ejercicios físicos, de obligaciones, de restricciones; libre para hacer lo que más quiera; en fin, libre para volar.
Este viernes, me levanté con ganas de aprovechar al máximo la jornada. Ni el cielo nublado y fresco de finales de mayo podía impedirme de disfrutar – por un momento – este tiempo de mi vida.
Horas después, estaba yo en medio de murmullos, de música, de Mp3s, de IPods, IPads, en un café y en algún rincón de mi adorada avenida Paulista. Abro mi cuaderno de notas y escribo: Hoy decidí “vivir” mi vida. Decidí respirar profundo, olvidarme de cualquier problema, de no pensar en nadie, de dirigir mi mirada hacia mí mismo.
Benditas horas en que podemos – muy de vez en cuando – estar con nosotros mismos. Celebro los momentos especiales en que podemos tomar un chocolate caliente, leer un buen libro, escribir una crónica, escuchar una sinfonía.
Son estos lapsos que rodean mi existencia de luz, color y estímulos. En este breve espacio de mi vida, puedo recoger los restos de mi memoria y envolverlos con el ropaje interno de mis emociones y sensaciones entrañables y únicas.
En días como este, tengo la plena noción de que mi vida es especial y merece ser disfrutada al máximo. Es así como me siento hijo de Dios y amado por ÉL, desde y por toda la eternidad.

Nenhum comentário:

Postar um comentário