segunda-feira, 23 de maio de 2011

EL SUEÑO DE PERSEO


Eddy empezó a correr por el “calçadão” de Leblon antes de que saliera el sol. El último día en Río de Janeiro. No podía creerlo…Ya se pasaron las dos semanas y en pocas horas más, estaría volando nuevamente a Londres y de allí a Madrid.
Los días que había pasado en esta ciudad tan cara a sus afectos fueron como la ciudad misma: placentera, bella y sorprendente. Su alegría no tuvo límites cuando vio nacer el amor entre Tony y Mina, dos seres que él amaba profundamente. No podría haber felicidad mayor que ver a sus mejores amigos enamorados uno del otro.
Por otro lado, mientras corría, observaba las olas de la playa y algunos bañistas que se atrevían a entrar al agua a esas horas tan tempraneras. Le encantaba correr y estar consigo mismo, con sus pensamientos. Cruzó todo Leblon y entró en la Av.Vieira Souto, en Ipanema. Aquí los primeros rayos del sol hicieron acto de presencia. El día presagiaba ser hermoso.

(EXTRAÍDO DEL CAPÍTULO XI "RIO DE JANEIRO" DE EL SUEÑO DE PERSEO)

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