Mañana
entumecida,
domingo
de ensoñación
El silencio
y el candor,
rodean
este invierno de emoción.
Entre
nieblas y calma,
la ciudad
se despereza
Sólo
el ruido de los aviones,
anuncian
que ella se despierta.
Soledad,
efímera compañera,
en esta
mañana de domingo invernal
Soledad
que te comparas sin piedad,
al vaho
lechoso amanecer
de mi
ciudad.
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