domingo, 19 de janeiro de 2014

A GRANDE BELEZA, FILME


MUNDANIDAD Y ESPIRITUALIDAD EN “LA GRANDE BELLEZA”


 

La dualidad entre lo mundano y lo espiritual ha sido siempre un gran tema entre los directores italianos desde Fellini. Pues bien, LA GRANDE BELLEZA (LA GRANDE BELLEZZA), el largometraje del italiano Paolo Sorrentino, candidato al Oscar 2014 como mejor película extranjera, tiene como trama estos dos opuestos del hombre desde la perspectiva de un “bom vivant” vivido magistralmente por el actor Toni Servillo, como Jep Gambardella, escritor que, perambulando por la Ciudad Eterna, queda fascinado tanto por su mundanalidad como por su espiritualidad.

El protagonista es sublime y cínico. Desde su magistral terraza frente al Coliseo, ve pasar la banalidad de la Alta Sociedad. El viaje que nos muestra la película es simplemente fantástica. La fotografía de Roma es bellísima, la música de Lele Marchitelli nos evoca a Fellini en “8y ½”(1963) ;  en “Roma” (1972) cuando la cámara cinematográfica nos muestra los mejores ángulos de la capital italiana. Los enredos y cotilleos de la alta sociedad nos evoca a “La Dolce Vitta”(1960).

De todos modos, es una de las más sensibles e interesantes películas que he visto en este verano. Ha sobresalido en el Festival de Cannes 2013 y ciertamente, sería una injusticia que no llevara la estatuilla.

¿Por qué no hemos de querer sentir nostalgia, cuando vemos el futuro como incierto? Es una de las ideas centrales que extraigo de este verdadero, cine de arte.

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