2013 o el año que vivimos
convulsionados
Ya es
tradición que, cuando el año entra en su recta final intento hacer una
retrospectiva subjetiva y personal sobre lo que ha significado para mí este
año. Ahora le toca el turno al convulsionado 2013, el año en que tal vez,
hayamos vivido en peligro, en conflictos, en grandes transformaciones y
sorprendentes sucesos que, ciertamente, me dejaron sobresaltado en varios
aspectos.
El año
parecía tranquilo al iniciarse cuando, inesperadamente y algo inédito en
siglos, el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia el día 11 de febrero.
Empezaba así el conclave para elegir el nuevo pontífice y, tras pocos días de
discusiones y ante la mirada del mundo, apareció en la noche del 13 de marzo en
el balcón de San Pedro un nuevo vicario de Cristo: El cardenal Jorge Bergoglio,
argentino, que al asumir el trono de Pedro, optó por el nombre de FRANCISCO, el
primero de ese nombre. Un viento de esperanza dominó a Roma y al mundo, pues el
pontífice, el primer latinoamericano, decidió empezar a reformar la Iglesia
Católica desde sus cimientos.
Apenas había comenzado el mes de junio, cuando
nos sorprendieron las manifestaciones populares en todo el Brasil. Fue algo
impresionante que causó gran revuelo nacional e internacional. De repente, el
pueblo despertó y lo hizo con tanta fuerza que el “establisment” político,
tembló en sus bases. La capital y las grandes ciudades brasileñas fueron palco
de multitudes de todas las edades, estudiantes, profesores, profesionales,
jóvenes y mayores, todos juntos protestaron primero, contra el aumento de la
tarifa del transporte público, que fue el estopín que originó las
manifestaciones, después la voz de las calles gritaron por justicia y por los
gastos abusivos en la construcción de los estadios para el Mundial de Fútbol de
2014. Y en medio de ese torbellino, se realizó la COPA DE LAS CONFEDERACIONES,
algo así como un preámbulo de lo que sería el Mundial el próximo año. Las
manifestaciones continuaron y no ocultaron la incomodidad originada en el
gobierno ante la prensa internacional apostada en el evento deportivo. Así, la
Presidenta de la República vio su popularidad caer cuesta abajo en forma
vertiginosa. Todas las instituciones fueron puestas en tela de juicio y todas
fueron severamente criticadas por el pueblo. Una primavera política en pleno
invierno. Pero, al menos en medio del tumulto, la Selección Brasileña no
defraudó y ganó la Copa de las Confederaciones en un partido emocionante contra
España, la actual campeona del mundo.
En Julio,
el Papa Francisco hizo su primer viaje al exterior viniendo a Río de Janeiro
para la Jornada Mundial de la Juventud. Fue una gran prueba para el gobierno
después de los protestos de junio y para frenar los protestos que se
prolongaron por los meses sucesivos.
La lucha
del gobierno por contener la inflación ocupó todas las portadas económicas de
los principales periódicos durante meses. El dólar subió, la bolsa tuvo su peor
índice en agosto y así, tambaleante, el país continuó su misterioso desarrollo,
al parecer, sin grandes daños. La buena noticia económica, al menos, fue la
reducción de la tasa del desempleo en el País. Eso sí es una gran victoria del
gobierno, envuelto en escándalos financieros y de corrupción y, viendo algunos
de sus líderes históricos ser presos en las sentencias del Supremo Tribunal de
Justicia, a fines de noviembre.
Pero la
vecina Argentina sí está inmersa en una terrible crisis económica y social que
culminó con saqueos y asaltos en Córdoba a inicios de diciembre. La Presidenta
Cristina Kirchtner tuvo que ausentarse por problemas de salud y originó toda
una gama de comentarios internacionales.
La muerte
del líder venezolano Hugo Chávez trajo más convulsión a ese país, más que en
vida. En agosto, asumió el flamante Presidente Paraguayo, Horacio Cartes y así,
la constitucionalidad volvió en el país tras la expulsión del Mercosur debido
al extraño juicio político al entonces Presidente Lugo el año pasado. Lo cierto
es que, a fines de año, el Congreso Nacional aprobó la entrada de Venezuela en
el bloque económico.
Pero, quizá la noticia de un ex funcionario de
la CIA, Edward Snowden fue lo que originó mayor revuelo. El ex empleado declaró
ante la prensa que el gobierno estadounidense se pasó espiando las llamadas
telefónicas de líderes mundiales, incluyendo a Dilma Rousseff, lo cual originó
gran incomodidad en las relaciones bilaterales entre los dos países. Al
finalizar al año, el escándalo continuó. Snowden, pidió asilo en Rusia y se
mantiene allí desde entonces; aunque casi a finales de año, Snowden hizo una
declaración ante la prensa acariciando la idea de pedir asilo a Brasil. El
gobierno brasileño no se hizo eco de la noticia.
Durante
todo el año, la Comunidad Europea soportó la crisis económica que empezó en
2008. España llegó al término del año con una sorpresa positiva: está saliendo
lentamente de la crisis, el producto interno bruto aumentó y salió de la
recesión oficialmente a inicios de noviembre. Esta noticia, sin embargo, no
disminuyó la crisis independentista de la Comunidad Catalana que insiste en
realizar una consulta popular el próximo año, lo cual generó gran
disconformidad en las Cortes Españolas.
Ya en el
Reino Unido, la octogenaria soberana británica, completó 61 años de reinado en
medio a una gran satisfacción: el nacimiento del presunto heredero del trono,
el tercero en la sucesión, el primogénito de los Duques de Cambridge, el
Príncipe George, el 22 de julio. La noticia provocó gran expectativa en el
mundo entero. Así, como la Reina Victoria, la actual reina vio la tercera
generación que la sucederá: El Príncipe Charles de Gales, el Duque de Cambridge
y el recién nacido, el Príncipe George de Cambridge. Otra triste noticia que
asoló el Reino Unido fue la muerte de la ex premier Margareth Thatcher, a los 87
años. Su funeral fue de Estado.
Otras
personalidades dejarán nostalgias : La escritora británica Doris Lessing, los
actores Peter O`Toole y Joan Fontaine,los actores brasileños Cleyde Yáconis,
Walmor Chagas y Claudio Cavalcanti entre otros. Por otro lado, Hollywood perdió
estrellas como Paul Walker, James Gandolfino, entre otros. El cantante Emilio
Santiago, los roqueros Chorão y Champignon, también se fueron en 2013. La
actriz española Sara Montiel también falleció este año.
2013 fue
también el año de los bicentenarios y centenarios en el ámbito de la música. El
bicentenario de Giuseppe Verdi y el de Richard Wagner hicieron que todos los
teatros de óperas presentaran las obras de estos dos genios de la música. Aquí
en São Paulo, el Municipal presentó con éxito estruendoso, la ópera AÍDA y DAS
RHEINGOLD (El Oro del Rin), abriendo la temporada operística bajo la nueva
dirección de John Neschling. El centenario del poeta y compositor Vinicius de
Moraes en octubre también trajo muchas celebraciones para la Música Popular
Brasileña.
Casi al
finalizar el año, sin duda, la muerte del líder sudafricano Nelson Mandela fue
muy sentida y originó una conmoción internacional. En los funerales de Estado,
más de 60 Jefes de Estado y de gobierno y representantes de las casas reales de
Europa, asistieron al evento en diciembre.
Antes de
finalizar el año, hemos visto asombrados un accidente en la futura instalación
del Estadio Arena Corinthians en São Paulo, que dejó un muerto. Esto retrasará
la entrega del estadio para abril del próximo año. En Manaus, otro accidente
fatal cobró la vida de un obrero en diciembre. El campeonato Brasileño terminó
en la justicia. Gran revuelo y escándalo cuando se supo el resultado de que el
Club Portuguesa de S.P, quedó rebajada a la segundona por una falla técnica en
su último partido. El club Fluminense de Río, que había sido rebajado, con esta
decisión, volvió a subir en la Serie Principal, originando gran conflicto que
parece no terminará tan fácilmente. Todo esto no es buena propaganda para el
país anfitrión del próximo Mundial de Fútbol.
La
situación internacional en Irak, Afganistán y Siria continuaron con las
portadas de los periódicos del mundo. Sin duda, el año fue difícil para Siria
que continua con una guerra civil desastrosa. Los rebeldes contrarios al
gobierno del Presidente Assar combaten una guerra sin cuartel que ya provocó
más de cien mil muertos en tres años. Todo esto es una tragedia de proporciones
increíbles. En Egipto, conflictos políticos provocaron un golpe de estado al recién
presidente elegido. Lo original fue que el propio pueblo apoyó el golpe militar
y a fines de año, el ex presidente preso y su partido, fueron declarados
ilegales. En el Congo también conflictos armados provocaron muerte de miles de
civiles.
En la Misa
de Gallo, el Papa Francisco rezó por la paz especialmente en esos países tan
conflictivos, pero pidió una prioridad determinante para el caso de Siria.
En
Filipinas un violento huracán provocó muertes y damnificados. Fue quizá la peor
tragedia de ese país. La comunidad internacional envió ayuda a través de las
Naciones Unidas.
Pocos días
antes de finalizar el año, dos sorpresas en el mundo de los deportes. El 28 de
diciembre, en Las Vegas, el campeón de MMB Anderson Silva tuvo un accidente y
se rompió la tibia provocando alaridos en toda la audiencia. Fue algo terrible.
Lo operaron y su convalecencia durará de tres a seis meses.
Al día
siguiente, en Francia, el ex piloto y campeón de Fórmula 1, Michael Schumacher
sufrió un terrible accidente de esquí en los Alpes. Aun está en coma y su
estado es delicado.
Al
finalizar esta breve retrospectiva, no puedo dejar de hacer un paralelismo con
lo que había ocurrido un siglo atrás. El año de 1913 había sido un año de
esplendor en el viejo continente. Las grandes monarquías alternaban su pompa y
circunstancia en forma de eventos nacionales y patrióticos. En el lejano
Imperio Ruso, la dinastía Romanov celebraba su tricentenario. Nadie imaginaba
que, al año siguiente, toda Europa estaría envuelta en una gran guerra que transformaría
y modificaría la faz del mundo.
Y así, en
medio de temporales y terremotos, de huracanes e inundaciones, el mundo
continúa su movimiento eterno hacia el futuro. Y pedimos a Dios que el próximo
año, de 2014, nos reserve mucha fortaleza para poder continuar con nuestra
lucha perenne por la existencia. Que así sea.
