Eddy salió de la gran puerta de hierro de su edificio en la calle de
dónde vio que algunos camiones descargaban los productos en una bollería
famosa. Cruzó la avenida y entró en un
edificio moderno pero con su fachada
de fines del siglo XIX, de
vidrio negro. Observó el cielo. Era de
un azul claro muy peculiar “ Es el cielo de Velázquez” pensó y entró en el edificio.
Al entrar en la oficina, su secretaria, una mujer aún joven de unos treinta
y tantos años, le recibió con una
sonrisa.
-
Buenos
días, Sr. Eduardo, su padre ya está en
la oficina y lo espera.
-
Gracias
Carmen – respondió – sólo organizaré
algunos papeles y ya voy junto a él.
Se dirigió hacia la mesa de escritorio de caoba. En la oficina, los amplios
ventanales daban a la gran avenida. Los cortinados eran de color crema, y
algunos retratos de familia daban el broche de oro a la decoración moderna y a
la vez algo tradicional.
Bebió un vaso con agua y se sentó en el escritorio. Pensó inmediatamente en
su querida amiga Mina. Le gustaría hablar con ella y comentarle el sueño
–extraño sueño- que había tenido..
En realidad, durante el viaje en metro hacia la oficina no había dejado de
pensar en el sueño que tuvo y se preguntaba – con mucho interés – lo que
querría significar..
Encendió el ordenador y se dispuso a enviar un correo electrónico a su
amiga.
Miró la ventana un momento y escribió:
“Querida
Mina:
Espero que
estés bien. He estado pensando mucho en tí. Tuve un sueño un tanto extraño con
una playa , en un lugar desconocido donde me encontré acostado a orillas del
mar viendo una constelación de estrellas. Me
desperté sobresaltado. No sé lo que quiere decir..En fin, el futuro me
lo dirá. La familia está toda en Ibiza desde el martes, excepto Papá y yo que
vamos este fin de semana.
¿Y tú? ¿Cómo estás? Espero que bien. Envíame
noticias. No he sabido nada de ti desde la semana pasada.
Besos. Te
quiere
Tu amigo
Eddy”
Envió el correo y observó los
edificios de
*******
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